18. Pequeña Charla.

Llegué a casa tres horas después, extenuado, y todos mis compañeros fueron despertándose uno a uno. Martin pasó en dirección al baño, cuando me vio miró la hora y me dijo:
- ¿Cómo te fue?
- Bien. Estoy cansado.
Me ofreció comer algo, le dije que no quería, porque estaba cansado, aunque iría a bañarme. Cuando me preparaba la ropa salió de su pieza Linda, también en pijama, y se sentó en la mesa, seria y sin hablar.
Mientras estaba en el baño, escuché que Melody se había levantado y lloriqueaba. Cuando salí del baño se había sumado Arthur, que comía enérgicamente el omelette que Martin había hecho para mí. Yo tenía el estómago revuelto y me hice un té, al que se sumaron Linda y Martin. Melody dormitaba sobre Martin.
- ¿Qué les pasa que están todos levantados? –les dije.
Arthur dijo, mientras se estiraba en su silla:
- ¡Mañana no se trabaja!
Recordar eso me gratificó. Linda estaba seria. Mirando para adelante.
- Es increíble – empezó, y hacía “no” con la cabeza.
- Yo no puedo creer lo que pasó- siguió – no puedo creer nada de lo que vi esta noche. ¿Vieron la votación? –dijo mirándolos a ellos. Martin respondió:
- Sí, yo vi un poco.
- ¿Viste el final?
- No.
- Fue increíble, contales lo que pasó, David.
Yo estaba cansado, y no tenía ganas de contar nada. Les hice un gesto demostrándolo.
- Es increíble, era una cámara que filmaba a otras pilas de cámaras y periodistas que se tiraban arriba del pelotudo ese de Collins, para nada, porque no se entendía nada de lo que decía...
- ¿Ganó Collins? – interrumpió Arthur – Mirá que bien. Yo creí que iban a ganar los carcamanes. Mirá que bien. Parece que todavía hay esperanzas en este mundo.
- Dejate de joder – le dijo Linda, indignada – Eran ellos, filmándose a ellos mismos, para nada.
Revolvimos nuestros tés, nos quedamos en silencio, y Martin dijo:
- Yo no entiendo qué carajo estamos votando, si nos estamos hundiendo. Parece que nadie supiera. Todos se hacen los boludos. Parece que nadie supiera que las islas se están hundiendo. Nadie se enteró, mirá vos.
Y Linda agregó la última frase de esa noche:
- Tendríamos que votar si nos hundiremos en tres meses o en tres años, nada más que eso.

No hay comentarios: